organizamos un día de encuentro, con comida y fiesta al aire libre. El
lugar elegido, las Fuentes del Losar. Al medio día se supone debían
empezar los preparativos de la fiesta, cuando la lluvia apareció de
improviso.
No estábamos dispuestos a retroceder por culpa del tiempo. Nuestra
fiesta no podía suspenderse por lo cual intentamos buscar soluciones.
El problema era encontrar un lugar cerrado con la suficiente capacidad
para cobijarnos a todos. Por fin llegó la solución: el antiguo
-trinquet- de Mari esta inhabilitado como tal; es amplio y suficiente
y hacia allí nos fuimos todos.
Ramón lució sus dotes de buen cocinero y nos ofreció, entre otras
cosas, una deliciosa paella. Tras la comida, la fiesta se desarrolló
con buena armonía.
Los -profes- estaban invitados pero no pudieron venir.
