Ayer por la mañana, con la penumbra que ofrecen las persianas bajadas, visioné una imagen un tanto macabra. Una pequeña cabeza alargada, con dos cuernos peludos estaba aparcada en mi terraza. Me acerqué a la ventana y me tranquilizó comprobar que se trataba del cactus a punto de florecer.
Hoy ha amanecido con estas hermosas floressábado, 3 de agosto de 2013
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No habia vistu nunca un cactus como este, como dicen los jovenes "mola"
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