Hemos aprovechado la estación veraniega, para hacer con calma, cosas que nos gustan y que nos son vedadas durante el duro clima invernal.
Una forma diferente de pasarlo bien, en un pueblo industrial como el nuestro, puede ser pasar largas horas al aire libre, cultivar un huerto y sacarle a la naturaleza variedad de productos.
Villafranca no solo ofrece productos textiles. Su suelo es generoso y si lo cuidamos adecuadamente nos premia con frutos como los que han recogido los compañeros que han apostado por cuidar su tierra.
En las fotos los mostramos para que cunda el ejemplo.